Liechennay

Desde muy joven, Liechennay ha estado expuesto al proceso creativo gracias a las actividades artísticas de su madre, como diseñadora de joyería de oro en Indonesia, su país de origen.

Es allí donde estudió, empezando una exitosa carrera en interiorismo antes de que comprendiera que la escultura sería la siguiente fase de su viaje creativo.

Trabajó varios años perfeccionando su técnica y creó esculturas que se hicieron cada vez más complejas. Empezó a soñar con la creación de esculturas de gran formato y varios proyectos de esculturas monumentales se convirtieron en realidad.

En 2012 el escultor conoció a Bert van Zetten y Marcel Huisman de Villa del Arte Galleries y se desarrolló una amistad afectuosa.

Desde entonces, Liechennay amplió su horizonte artístico y puso en marcha algunos proyectos internacionales que le llevaron a trabajar entre los Países Bajos e Indonesia, y a exponer sus obras en numerosas ferias de arte por todo el mundo.

Actualmente está trabajando en diversos proyectos, como la creación de una escultura de un árbol a gran escala para un yate de lujo, construido por Ocianco en Holanda; y un encargo para un coleccionista particular VIP español.

Además, con Villa del Arte Galleries, varias exposiciones en los Estados Unidos, España, los Países Bajos y Alemania estarán en el programa para 2019.

Sus obras están inspiradas en la naturaleza y la vida, por decirlo de una forma sencilla, en las formas y apariencias que le rodean.

Crea piezas de una llamativa estética encarnando belleza y balance artístico, que transmiten una sensación de tranquilidad y eternidad, un diálogo con la naturaleza. Liechennay convierte magistralmente su principal material utilizado, acero frío y rígido, en un material orgánico y fluido.

Cada escultura, elaborada de una combinación de acero inoxidable, madera y cobre, es una pieza única, soldada y moldada individualmente. Liechennay curva, da forma y une miles de piezas de acero inoxidable, una por una, para componer la escultura final.

En los últimos años, la obra de Liechennay obtuvo gran reconocimiento y notoriedad internacional y sus esculturas forman parte de colecciones importantes públicas y privadas en todo el mundo.